Puerto Madryn: Península de Valdéz

Luego de ver las ballenas en el barco continuamos la marcha de los 400 kms del día recorriendo la Península de Valdéz. Un camino de ripio y unos treinta y tres grados de temperatura marcaron una constante del viaje. Por la árida estepa, no hay asentamientos humanos puesto que no hay agua dulce, realizamos distintas paradas en Reservas de Fauna, tanto de Elefantes Marinos como de Lobos Marinos y distintas aves. Así tocamos Punta Norte y Caleta Olivia entre otros sitios. El último día lo dejamos para recorrer la costa de Madryn y apreciar sus paisajes y sus playas. He aquí una caracterización de lo visto: La Península Valdés alberga uno de los santuarios ecológicos más importantes del mundo que fuera declarado Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco.[4] Dentro de sus 4.000 km² con 110 km de costas a mar abierto y 150 km de costas a los Golfos Nuevo y San José, se pueden visitar seis reservas naturales. En 1967 surgió la reserva de Punta Norte y la Isla de los Pájaros, en 1974 la de Punta Delgada y Punta Pirámides, creándose ese mismo año el primer Parque Marino de la Argentina en el Golfo San José. En 1972, llegó a Puerto Pirámides Jacques Cousteau a bordo del Calypso, vio que en el golfo solo se encontraban las ballenas dirigiéndose al Golfo San José, para aparearse y tener a sus crías. En ese momento, algunos de los buzos vieron el interés que ellas despertaban en los pocos turistas que visitaban el área y comenzaron a realizar excursiones en sus embarcaciones. Al año siguiente aparecieron en el Golfo Nuevo, las primeras cuatro hembras con crías que permanecieron durante toda la temporada. Luego se creó la primera empresa de avistaje de ballenas y actividades náuticas del puerto, que en ese entonces no llegaba a los ochenta habitantes.[1] Actualmente la localidad cuenta con seis hoteles, quince casas de campo y dos campamentos.